Grace Hoper, el 9 de septiembre de 1945, revisando un error en el ordenador electromecánico Mark II, de la Universidad de Harvad, encontró que el problema lo ocasionaba una polilla electrificada en el relé #70 del panel F, que lo mantenía abierto e impedía su funcionamiento. Así lo dejó indicado en su informe y para muchos es el origen del término Bug para referirse a un error informático. Aunque esa palabra ya se había utilizado años antes para indicar algún tipo de fallo.